Una revisión de Solemnidad de la Inmaculada Concepción
Una revisión de Solemnidad de la Inmaculada Concepción
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"Desde la adolescencia —decíamos— nos recibidorábamos como sumergidos en una tradición familiar y cristiana que siempre estuvo despierta al conocimiento de lo cierto y de lo bello... Pues correctamente, volviendo con el pensamiento a las cosas vistas y sentidas, a las personas que tratamos, tenemos la alegría de proponer que nones en los primaveras de nuestra adolescencia nuestra alma se sintió ofendida por visiones, palabras y conversaciones desordenadas, y podemos, por lo tanto, alcanzar afirmación de la rectitud y de la delicadeza de conciencia de nuestros familiares y Parentela nuestra."
La Raíz nos mira como Jehová la miró a ella, joven humilde de Nazaret, insignificante a los Luceros del mundo, pero elegida y preciosa para Jehová. Reconoce en cada individualidad la semejanza con su Hijo Jesús, aunque nosotros seamos tan diferentes. ¿Quién conoce mejor que ella el poder de la Gracia divina? ¿Quién sabe mejor que ella que ausencia es inasequible a Jehová, capaz incluso de sacar el bien del mal?
Ella, que conservó la esperanza incluso en la prueba extrema, ¿no nos pide que no nos desanimemos cuando el sufrimiento y la asesinato llaman a la puerta de nuestra casa? ¿No nos pide que miremos con confianza a nuestro futuro? ¿No nos exhorta la Inmaculado Inmaculada a ser hermanos unos de otros, todos unidos por el compromiso de construir juntos un mundo más preciso, solidario y pacífico?
Queridos hermanos y hermanas, la fiesta de la Inmaculada ilumina como un faro el período de Adviento, que es un tiempo de vigilante y confiada retraso del Salvador.
Aún a nosotros se nos ha otorgado la «plenitud de la Chispa» que debemos hacer resplandecer en nuestra vida, porque «el Padre de nuestro Señor Nazareno —escribe Santo Pablo— nos ha bendecido con toda clase de bendiciones espirituales (.
En oriente, las primeras celebraciones de la concepción de María se remontan al siglo VIII, mientras que en Occidente comenzaron a hurtar a mango a partir del siglo XI, en gran parte acertado a la influencia de los franciscanos.
Y de aquí se deriva la tercera cosa que nos dice María Inmaculada: nos deje de la alegría, esa alegría auténtica que se difunde en el corazón libre del pecado. El pecado lleva consigo una tristeza negativa que induce a cerrarse en individualidad mismo. La Humor trae la verdadera alegría, que no depende de la posesión de las cosas, sino que está enraizada en lo íntimo, en lo profundo Inmaculada Concepción de la persona y que nadie ni falta pueden quitar. El cristianismo es esencialmente un «evangelio», una «alegre comunicado», aunque algunos piensan que es un obstáculo a la alegría porque ven en él un conjunto de prohibiciones y de reglas. En verdad el cristianismo es el anuncio de la vencimiento de la Gracia sobre el pecado; de la vida sobre la asesinato.
Todopoderoso es, pues, el padre de las cosas creadas; y María es la raíz de las cosas recreadas. Alá es el padre a quien se debe la constitución del mundo; y María es la origen a quien se debe su restauración.
Tenemos que inspeccionar que a veces nos falta esa constancia en el seguimiento sobre todo en los momentos difíciles o en esas cosas que nos cuestan tanto ofrecer al Señor, porque sabemos que no están de acuerdo con lo que él nos pide. Fe profunda y esforzado, fidelidad y constancia en lo que creemos y memorizar sujetar en nuestros compromisos, son tres buenas lecciones marianas para este tiempo fuerte.
Normalmente, para poder referirse a un puente festivo, se suele juntar un día festivo que cae en jueves o martes con el fin de semana. En otras ocasiones hay puentes más largos.
Seguimos caminando en este camino que nos lleva hasta la Navidad del Señor. El Adviento es el tiempo litúrgico que nos dispone a conmemoración de la venida de Aquel que caldo, que retornará, sin haberse ido de ningún modo de nuestro lado.
4. Débese a los papas la determinación exacta del culto de la InmaculadaMas, como quiera que las cosas relacionadas con el culto está intima y totalmente ligadas con su objeto, y no pueden permanecer firmes en su buen estado si éste queda envuelto en la vaguedad y equívoco, por eso nuestros predecesores romanos Pontífices, qué se dedicaron con todo esmero al esplendor del culto de la Concepción, pusieron también todo su empeño en esclarecer e inculcar su objeto y doctrina. Pues con plena claridad enseñaron que se trataba de festejar la concepción de la Virginal, y proscribieron, como falsa y muy lejana a la mente de la Iglesia, la opinión de los que opinaban y afirmaban que veneraba la Iglesia, no la concepción, sino Solemnidad de la Inmaculada Concepción la santificación. Ni creyeron que debían tratar con suavidad a los que, con el fin de echar por tierra la doctrina de la Inmaculada Concepción de la Inmaculado, distinguiendo entre el primero o y segundo instante y momento de la concepción, afirmaban que ciertamente se celebraba la concepción, mas no en el primer instante y momento.
Cada cual sabe cuáles son sus árboles de fruta prohibida con los que sustituir a Todopoderoso, o cuál su torre de babel con la que conquistarle, o ante qué becerros de opulencia de dioses que no lo son se postra.
Comienza agradeciendo que Dios preservara a la Doncella María de toda mancha de pecado diferente desde su concepción y que la enriqueciera con la plenitud de la Agudeza. En palabras de la carta de Santo Pablo a los Efesios, que hemos escuchado en la segunda repaso, Todopoderoso la eligió y la bendijo con toda clase de dones espirituales de un modo eminente, para hacerla toda santa. Esta elección Bancal a causa de Cristo. De este modo María cambiaba la situación de enemistad radical con Dios creada por la desobediencia de Abandonado y Eva que Cuadro portadora de muerte, tal como hemos escuchado en la primera lección.